En estos días, uno que no quiero acordarme. Llegó una señora de estas que vienen frecuentemente a visitarme a casa y traia unas cosas brillantes en sus manos a todas estas yo no sabia que era, mamá estaba como emocionada y al mismo tiempo algo asustada, pues resulta que sin piedad y comenzaron a agarrarme mis orejitas y empujaron fuerte sobre ella estas cosas brillantes hasta que dolio fuertemente y me las dejaron pegadas a mis orejitas.
Todos después decian... ay pero que bello.. que bello. Y al mismo tiempo ponian caras de dolor. Pero les aseguro que no les dolió a Ud(s) más que a mi.
Todos después decian... ay pero que bello.. que bello. Y al mismo tiempo ponian caras de dolor. Pero les aseguro que no les dolió a Ud(s) más que a mi.
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